Real Zaragoza 2 – 0 FC Andorra | Crónica

Real Zaragoza 2 – 0 FC Andorra | Crónica

Tenés que caminar por los demás

Los partidos de fútbol se juegan al amparo de reglas escritas y normas no expresadas en papel. En el primero de los casos caben las interpretaciones; en el segundo, lo más importante es la cultura y la historia de un club. Ayer lo pudimos comprobar.

El Real Zaragoza se enfrentó al FC Andorra y el juego desplegado por el equipo aragonés en la primera parte despertó a una afición que encontró en la socarronería la mejor arma para soportar un ladrillo infame y reprochable. Y justo en esos instantes de gestos somardas en forma de ola irregular llegó el gol de Francho, Pulmón Infinito. Ahí se rompió la tarde grisácea a pesar del sol de invierno que nos bañaba, Ahí comenzó a respirar la indignada hinchada blanquilla.

Velázquez explicaría después en rueda de prensa que era un partido especial ante un rival especial y que su equipo había sabido responder adecuadamente a semejante experiencia. Para ello recurrió a Lluís López en lugar del amonestado Jair, recuperó a Azón, por fin titular tras su lesión, y experimentó, exitosamente, con Mollejo en el carril izquierdo. Con ese esquema empezó un partido que se había aplazado por la nieve caída en Zaragoza el día anterior y que en seguida se manifestó como un combate de punta roma.

El Andorra gobernó el timón pero su nave no avanzaba ni media milla. Cada pase era un parón, con momentos en que el balón dormía, literalmente, sobre el helado césped de la Basílica. Enfrente el Zaragoza esperaba, no sé si atónito o seguro de su actitud, a que algo sucediera, pero en cuarenta minutos apenas vimos un centro al que no llegó Mesa y una jugada en la que Badía y Gámez se estorbaron pero que resolvió bien el meta catalán.

El choque era una suma que parecía una resta y el tedio se adueñó de la tarde. Los analistas quizás encuentren argumentos futbolísticos más propios de la Deep Web que del gusto del zaragocismo, pero aunque la única verdad del fútbol son los goles también es cierto que la gente se gasta la pasta para disfrutar de un espectáculo. Esto parece haberlo olvidado el Big Brother que gobierna este invento. Por eso, cuando Francho agarró en el minuto 43 el balón tras recuperación de Aguado y batió a Dani Martín, la Romareda despertó de la siesta y celebró lo único bueno que había pasado hasta entonces. El 1-0 supo a gloria bendita, aunque la alegría no ocultase la atonía que cubría el ánimo de los blanquillos.

Tras el descanso el Andorra ingresó en el campo con el motor un tanto más revolucionado. Los primeros minutos fueron un espacio temporal de cierto agobio que el Zaragoza solventó eficazmente gracias a su portero, Edgar Badía. El debutante en la Romareda nos regaló una estirada fantástica en respuesta a un cabezazo de Scheidler, poniendo así punto final al asedio andorrano. Poco después llegaría el segundo gol. Fue una acción en la que se diría que podríamos haber disfrutado de un dos en uno. Primero, por la magnífica ejecución del libre directo de Toni Moya que destrozó las costuras de la escuadra de Martín; después, por la belleza del remate de Gámez, de tijera y de espaldas. Una jugada para guardar en la memoria y en los dispositivos móviles del zaragocismo.

El partido se daba ya por amortizado. Sin encontrar explicación a lo que estaba sucediendo, sin hallar el argumento que permitiese entender el desarrollo del match, pero con una evidencia: el Zaragoza vencía al Andorra. Y pudo haber tenido un final aún más ancho si el gol que Maikel Mesa obtuvo tras lanzamiento, otra vez, de Toni Moya hubiese subido al marcador, pero se cobró en fuera de juego. Lástima.

El Andorra lo intentó, con una propuesta extraña y solo apta para los exégetas del fútbol moderno, pero el Zaragoza, ayer sí, supo guardar el botín obtenido e, incluso, amenazar con acciones brillantes. Como la de Francho, cuando se abrazó a la borrasca Juan y se plantó ante Martín, solo con el mundo a los hombros. Su chut se fue fuera pero su gente, que somos todos, le regalamos una ovación de nieve para reconocer su rasmia, capaz de aborrostrar la defensa forana.

Acabó el partido y la gente del león, la que nunca falla, la que se suma al esfuerzo de los suyos cuando estos no se acoplan, supo aplaudir el esfuerzo y, esta vez sí, el éxito. Algo que nos acerque a la ilusión; algo que nos aproxime a la esperanza. Algo que nos indique que venir al estadio de nuestro sueños es un ejercicio aconortador y no un suplicio inmerecido.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Badía; Gámez, Mouriño, Lluis López, Francés, Mollejo (Lecoeuche, 90); Marc Aguado (Jaume Grau, 50), Francho, Moya (Vaquero, 90), Maikel Mesa (Manu Vallejo, 75); Azón (Sergi Enrich 75).

FC Andorra:
Dani Martín; Petxarromán, Pastor (Iker Benito, 74), Adriá Vilanova, Marsá (Álex Calvo, 86), Pampín; Iván Gil, Sergio Molina (Álvaro Martín 74), Jandro Orellana; Karrikaburu y Scheidler (Lobete, 74).

Árbitro:
Cid Camacho (Comité Castellano-Leonés). Mostró amarillas a Toni Moya (58), Fran Gámez (60), Karrikaburu (69).

Goles:
1-0, min.44: Francho Serrano. 2-0, min. 67: Fran Gámez.

Incidencias:
Partido de la Jornada 23 de LaLiga Hypermotion 2023-24 disputado en la Romareda, con 18.000 espectadores.

Puntuaciones

Edgar Badía: 4. Una grandiosa parada, su seguridad. Es un regalo.
Gámez: 5. Su trabajo con este esquema es cada día mejor. Y el gol…
Mouriño: 4. Fuerte, poderoso y con sentido de la anticipación.
Lluís López: 3. Correcto, bien situado y sin errores.
Francés: 3. Buen partido, centrado en su trabajo y muy serio.
Mollejo: 4. Dio lo mejor de sí en un espacio que le vino muy bien.
Aguado: 4. Se acomodó a su función y leyó muy bien el partido.
Toni Moya: 3. A balón parado, de los mejores. En el juego, algo desubicado.
Francho: 5. Sin duda el motor del equipo. Creo que lo he llamado “Pulmón Infinito”. Y el gol…
Maikel Mesa: 3. Está en crecimiento y su presencia es muy valiosa.
Azón: 3. Se vio a sí mismo y se gustó. Un valor seguro en la presión.
Grau: 3. Aplicado a su tarea y presente en la sala de máquinas.
Sergi Enrich: 3. Se le vio alegre y participativo.
Manu Vallejo: 2. Algo lento y con poca confianza.
Vaquero: S. C.
Lecoeuche: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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