Real Zaragoza 3 – 0 R Sporting Gijón | Crónica

Real Zaragoza 3 – 0 R Sporting Gijón | Crónica

Como una estrella rota

Lo soñé. Era una noche de día y La Basílica rondaba a los suyos con el aroma de la madre que acoge al hijo pródigo. Lo soñé y vi en seguida que quien portara el 10 de mi ídolo de niñez, del Nino Arrúa que tanta felicidad nos regaló, sería el faro de un nuevo Zaragoza. Lo soñé y durante cincuenta minutos sentí que el fútbol, otra vez, no era cosa de vida o muerte: era mucho más importante. Lo soñé, sí, pero no llegó a ser verdad.

El zaragocismo vivió ayer un breve instante de ilusión. El debut de Guti, el chico de corazón de león que late zaragocismo por todos los poros de su musculatura, era una extraordinaria noticia y así lo hizo saber la hinchada en todo momento. Pero hablemos del partido.

La primera parte ante el Sporting fue un pequeño homenaje al fútbol, a ese deporte cuya belleza se nos escamotea con demasiada frecuencia. Fue una pequeña escultura elaborada a base de sacrificio, potencia, intención y voluntad incontestable. Todo ello hizo que el Sporting, uno de los equipos guapos de la categoría, acabase oculto tras la leve niebla a causa de los anhelos competitivos de los aragoneses.

El grupo del polifacético Ramírez vino a orillas del Ebro con la lección muy bien aprendida. Su entrenador ya hizo alarde en la rueda de prensa previa de conocer muy bien a su rival y fue fiel a su exposición. Planteó el Sporting un partido manipulativo, con mucho acuerdo con el balón y eso le sirvió para consensuar consigo mismo un bello espejismo, porque quien en realidad gobernaba el partido era el Zaragoza.

En esa batalla de estrategias los blanquillos salieron victoriosos. El duelo más eléctrico, el que libraron Mollejo y Hassan, hizo las delicias de la hinchada, pero no fue el único lienzo que pintó la noche. Los jugadores de Velázquez mostraron una capacidad de combate encomiable y ese ritmo hizo que el Sporting se ahogase en su propia iniciativa. Poco a poco el campo se inclinó a favor del viento del valle y de ello hacemos responsable a la actitud solidaria de los chicos de casa.

La fórmula de Julio Velázquez le funcionó. Contener las olas más o menos furibundas, más o menos elaboradas del contrario, gobernar los tiempos y asfixiar su voluntad con mordiscos calculados. Ese parece ser el plan. Si se logra mantener el portal a cero, es más fácil herir al contrario. De lo primero se encarga Badía; de lo otro, los eléctricos chicos de la camiseta blanquilla.

En este guion es muy importante controlar al enemigo y barrer el campo con denuedo. De lo primero se encargaron los tres centrales; de lo segundo le damos el mérito a Guti y Francho, que se hincharon a calentar la zona central con sus innumerables carreras y su ubicación inteligente. Por otra parte, ayer el bendecido, el señalado por la fortuna fue Mollejo. Su energía, su vocación de guerrero voraz son argumentos que encandilan en estos tiempos y ayer los hizo valer para lograr el 1-0. Fue un centro de Francho, tras asedio paciente, el que propició que le llegase al manchego un balón curvo. Su cabeza fue la catapulta perfecta para un remate torcido que desvió a la portería propia el defensa Izquierdoz. La celebración fue tan divertida como oportuno el gol.

Llegar al descanso con uno a favor ante el Sporting era una maravillosa noticia que degustaríamos pocos minutos. Lo que menos podíamos esperar, lo que nunca ocurre, sucedió. El Zaragoza volvió al césped con la mirada ilusionada. Había empaquetado suficientes razones durante la primera parte como para creer en un mundo mejor. Mouriño había gestionado bien la defensa junto a López y Francés. Zedadka emulaba en cierto modo al prolífico Gámez, ayer ausente por lesión. El centro del campo funcionaba con el fuego a buena potencia y arriba algo podía pasar, porque Azón se batía el cobre con todo el mundo y Maikel siempre nos tiene guardada alguna sorpresa. ¿Quién sabe? Todo podía ocurrir.

En efecto. Todo. Incluso una enorme desgracia. Esta vino en forma de terrible lesión. Y seguramente en la piel del menos esperado. Zedadka había hilvanado una bonita iniciativa que le llevó a poner el balón en el área de Yáñez. Allí Mesa lo dejó pasar para que llegara a los pies de Guti. El zaragozano, poderoso como un vendaval, remató con fiereza y el balón golpeó el poste. Lo malo es que en el camino su rodilla se vio violentamente sacudida por la pierna de Rivera. El choque fue brutal y Raúl cayó malherido. Su rótula acababa de estallar.

Fue un golpe descomunal en el ánimo del zaragocismo. Afortunadamente la reacción del Sporting fue amortiguada por un grandioso Badía, que desvió en acrobática estirada un chut de Cote que acabó golpeando el larguero. Afortunadamente el Zaragoza siguió creyendo y poco después Mesa le birló el balón a Pier y fusiló a Yáñez en el minuto 65. Fue un gol balsámico, fruto de la fe y la perseverancia. Pero no fue todo. Pocos minutos después Francho le devolvió al Sporting la jugarreta que significó el calvario de Poussin en Gijón. En esta ocasión le tocó a Yáñez cometer un error gigantesco y Francho, que porfió con rasmia infinita, lo aprovechó para lograr el 3-0.

 Ahí se remató el partido, aunque pudo haber acabado con más goles. Pudo incluso haber finalizado con una atochacina quizás excesiva, pero nunca injusta. El Zaragoza cavó ayer una magnífico andalán en el que plantó varios árboles que pueden servir para cobijar los malos momentos que puedan venir. Hasta que el árbitro pitó el final poco más se puede decir. Entraron Enrich, motivador y eléctrico, Valera, que volvía tras lesión, y Lecoecuhe, al que aún le dio para hacer un par de incursiones interesantes. Fueron instantes en que por poco no logró Enrich su primer gol, cuando cazó a bando un balón que le llegó tras centro de Quentin. O cuando Manu Herrera tuvo dos pero se entibó en las dos. En fin, un final feliz con una enorme pena negra que oscureció la felicidad bien merecida. No cale que diga la razón. El futuro, Raúl te espera. Te esperamos todos.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Badía; Zedadka (Lecoeuche, 82), Mouriño, Lluís López, Francés, Mollejo (Manu Vallejo, 82); Raúl Guti (Grau, 55), Moya, Francho; Maikel Mesa (Valera, 82) y Azón (Sergi Enrich, 82).

R Sporting Gijón:
Yáñez (Chistian Sánchez, 77); Pascanu, Izquierdoz, Rober Pier, José Ángel Cote; Nacho Méndez (Roque Mesa, 71), Rivera (Varane, 81); Hassan (Villalba, 82), Gaspar Campos; Otero y Djurdjevic (Mario González, 71).

Árbitro:
Ais Reig (Comité Valenciano). Amonestó a Cote (15), Rivera (36) y Mollejo (45+1).

Goles:
1-0, min. 38: Izquierdoz, en propia puerta. 2-0, min. 65: Maikel Mesa. 3-0, min. 70: Francho.

Incidencias:
Partido de la Jornada 25 de LaLiga Hypermotion 2023-24 disputado en la Romareda, con 22.000 espectadores.

Puntuaciones

Badía: 4. Enorme. Su paradón, antológico, evitó el empate.
Zedadka: 3. Superó con creces el papelón del debut.
Mouriño: 4. Impecable en el corte y audaz en la salida.
López: 3. Correcto y muy serio.
Francés: 4. Muy seguro y bien ubicado en todo momento.
Mollejo: 5. Inmenso. Su voluntad y osadía enamoraron a la Romareda. Goleó.
Toni Moya: 3. Partido adecuado y bien llevado.
Francho: 4. Corrió y cubrió todo el campo. Goleó.
Guti: 4. Ancla invisible, azor en tierra. El centro del campo fue suyo.
Azón: 3. Bravo y batallador. Descosió la defensa.
Maikel Mesa: 4. Sabe estar cuando hay que estar. Goleó.
Jaume: 3. Correcto en todas sus acciones.
Enrich: 3. Es el agente motivador. Casi golea.
Valera: 3. Tras su lesión, aprovechó su presencia.
Manu Herrera: 2. Estuvo en el lugar pero no acertó.
Vallejo: 2. Discreto.
Lecoeuche: 2. Le dio para galopar por la banda.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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