SD Amorebieta 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

SD Amorebieta 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

De trote seco

Si a alguien le queda un gramo de entendimiento de esto que se da en llamar fútbol, le ruego nos explique lo que ayer sucedió en Lezama. Un equipo pequeño y además disminuido, el Amorebieta, colista en el momento del partido, no cayó derrotado ante otro no digo grande, pero sí al menos capaz de derrotar a los mejores. O viceversa. Un partido que si fuese hijo de la lógica debería haber acabado con victoria del Zaragoza pudo terminar con derrota del mismo. Y viceversa. Y un equipo arbitral al que se le supone depositario del hondo conocimiento del reglamento del deporte rey termina desquiciando a jugadores y técnicos y mintiendo a la afición con sus decisiones. Más viceversa.

El Real Zaragoza se trajo un punto de Vizcaya después de dejarse la sabiduría en el autobús. Un punto que nos conforma y ojalá sea bueno el proximo miércoles, porque lo que ayer debió ocurrir es que el grupo regresase a casa con la mirada en el suelo y la conciencia intranquila.

Velázquez repitió alineación y esquema, pero todo salió mal desde el comienzo. Al minuto y medio Rebollo cometió penalty en una torpe salida en connivencia con su central más veterano. Genial. Afortunadamente Jauregi lo ejecutó horriblemente y todo quedó en un ay. Sin embargo, los rivales del equipo aragonés no tienen que preocuparse: siempre da una segunda oportunidad. Esta llegó en el minuto 9, cuando defendió un corner como lo habría hecho el equipo de casados después de un buen ternasco regado con vino de la tierra. Una acción que encajaba perfectamente con lo que estaba siendo el partido hasta ese momento: errores, dudas, gestos inacabados, indolencia, desconexión…Y dejadez.

Aún no se había firmado el minuto 10 y la perplejidad cubría los corazones de la afición ayer rojilla. El aroma a debacle se adueñó del choque y solo la falta de acierto de los vascos y alguna intervención acertada de Rebollo impidió que el marcador echase humo a favor de los locales. A ello añadimos la ineptitud de un cuerpo arbitral, incapaz de sancionar con roja una dañina patada a Maikel Mesa que en otro momento habría supuesto expulsión sin discusión.

Pasada la indignación, hablamos de un Zaragoza que se asomaba al balcón de Cuñat de vez en cuando pero sus remates eran tan malos, rozando el ridículo, que no merecen ni mención. Y si no, que nos lo cuenten Jair, Mollejo, Valera o Francho. Es verdad que al menos lo intentaron, pero con tan poca calidad que mejor lo dejamos.

Hablábamos de lógica, de razón, de fútbol pero es evidente que estos conceptos maridan fatal. Cuando peor estaba el Zaragoza, cuando más méritos exponía el “Amore” llegó el golpe de fortuna. Mouriño fue desplazado en el área pequeña por Sibo y el árbitro, señor López Toca, señaló penalty. Muy bien, gracias, muy amable, pero acciones como esa y mucho más violentas se dan todos los partidos y los colegiados se gustan a sí mismos con el clásico “sigan”. Inexplicable, aunque bienvenido. Así de miserable es este juego.

El castigo lo rubricó Maikel Mesa, que de esto sabe algo. No hay más que recordar el que nos metió en Albacete aquella aciaga tarde de 2020 cuando el Zaragoza cayó derrotado por 4-0. Y fin de la primera parte con un empate que se mantuvo gracias a que Morcillo no acertó con un estupendo chut desde fuera del área que rozó la escuadra zaragocista.

 La segunda comenzó mostrándonos a un Zaragoza un punto más enérgico pero sin tino, sin un plan definido más allá de echarle algo más de rasmia y procurando dar a entender que querían, aunque no pudiesen. El equipo de la camiseta cachirulo no acababa de encontrarse ni de reconocerse. Sí estuvo a punto de iluminar la noche Toni Moya. Corría el minuto 57 y en una jugada en el área chica el extremeño recogió un rechace y su disparo iba directo a gol pero el brazo de Núñez impidió el tanto bajo palos. El colegiado interpretó que no estaba suficientemente despegado y ahí acabo el “no debate”. Y los del VAR, haciendo honor a su incapacidad. Lo están consiguiendo: los espectadores del espectáculo futbolístico ya no entienden las reglas del juego. Y si alguien las explica, como Mateu Lahoz, aún lo complican más. Se entiende mejor un partido de fútbol en el descampado de mi barrio que en la final del Campeonato del Mundo.

El partido fue menguando minuto a minuto. El Zaragoza no supo interpretar el match y Velázquez, aunque trató de poner remedio, no consiguió que sus chicos acertasen con sus instrucciones. Los cambios no aportaron nada, antes al contrario, y quien más cerca tuvo la victoria, el Amorebieta, no la encontró porque Rebollo lo impidió o porque sus decisiones fueron erróneas. El portero andaluz se lució con una difícil estirada a chut de Morcillo que muy bien podría haber significado el 2-1, mientras que las aportaciones del banquillo zaragocista fueron más bien estériles.

A poco más de quince minutos el partido se murió. Ni unos ni otros pretendían aparentar lo que no era y el tiempo corría lento, generando bostezos en la grada y ante los televisores. Y lo que es peor: volviendo a recordarnos que este equipo está amortizado cuando juega con los peores y solo ante los grandes es capaz de dar su mejor medida. O es casualidad o es que estos chicos solo saben fer o bot cuando se les aprieta un poco. Si es así, que no se preocupen: que ya les aplanaremos el terreno el miércoles ante el Levante. Porque nuestra gente aguanta todo, menos a los pantos.

Ficha técnica

SD Amorebieta:
Cuñat; Núñez, Manu Hernando, Félix Garreta, Lasure; Carbonell, Sibo, Eraso (Edwards, 81); Dorrio (Rayco, 91), Morcillo (Quintero, 81); y Jauregi (Avilés, 64).

Real Zaragoza:
Rebollo; Gámez, Mouriño, Jair, Francés, Valera (Manu Vallejo, 81); Aguado (Grau, 76), Francho, Moya (Bermejo, 76); Mollejo y Maikel Mesa (Sergi Enrich, 61).

Goles:
1-0, min.9: Félix Garreta. 1-1, min. 42: Maikel Mesa, de penalti.

Árbitro:
López Toca (Comité Cántabro). Amonestó a Núñez (2), Mollejo (7), Morcillo (16), Sibo (40), Manu Hernando (75) y Carbonell (88).

Incidencias:
Partido de la Jornada 20 de LaLiga Hypermotion 2023-24 disputado en Lezama, con 1.500 espectadores.

Puntuaciones

Rebollo: 3. Aunque pudo hacer algo en el gol, solventó varias opciones peligrosas.
Gámez: 2. Menos profundo que otras veces, se le vio frágil.
Mouriño: 2. Pecó de timorato. No salió con valentía y se recogió.
Jair: 2. Ha perdido la fe y la energía.
Francés: 3. El más entonado de la defensa. No se vio acompañado.
Valera: 2. Le faltó finura y claridad.
Aguado: 2. Oscuro y oculto en tareas superficiales.
Moya: 3. Algo desactivado, fue el más correcto. Casi golea.
Francho: 3. Esforzado y comprometido, lo arrinconaron en la banda.
Maikel Mesa: 2. Con claroscuros, ejecutó brillantemente el penalty.
Mollejo: 2. Muy excitado y falto de precisión. La prematura amarilla le condicionó.
Enrich: 1. Sigue desaparecido y desubicado.
Grau: 1. Aportó muy poco.
Bermejo: 1. De juego esbafau y poco vertical.
Manu Vallejo: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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