Impotencia | La Lupa
Getafe 0 – 0 Real Zaragoza
Entre 1.203 y 1.204 se produjeron los actos de la IV cruzada, un culebrón absurdo y extraño completamente alejado del supuesto espíritu de una cruzada real. Impulsados por la promesa de riquezas, poderoso caballero es Don Dinero, los cruzados decidieron abandonar la lucha contra los musulmanes y dirigieron su vista a Constantinopla, ciudad cristiana, ortodoxa, pero cristiana, dónde depusieron a Alejo III, para coronar a Alejo IV, que tras incumplir sus promesas fue atacado por sus propios aliados y depuesto a su vez para coronar , cómo no, a Alejo V, que también fue depuesto tras el saqueo de la ciudad por los cruzados y el desmembramiento del imperio Bizantino. Las crónicas ya no hablan de Alejo VI, por lo visto, les entró la risa con tanto Alejo…
Entre 2.007 y 2.008, Víctor Fernández I fue depuesto por la directiva, para colocar en su lugar a Garitano I el breve, que a su vez fue depuesto para dejar el trono a Iruretagoyena I el triste, que al poco tiempo y tras incumplir las expectativas creadas debió ceder los bártulos a Villanova I. Las razones de esta cruzada tan absurdas y prostituidas cómo las de la IV, el dinero, el ladrillo, los negocios… y mientras tanto cayó Constantinopla y cae el Real Zaragoza sin que nadie haga nada por evitarlo, sin que nadie dé una mala explicación, sin que se busquen soluciones, porque lo de depurar responsabilidades debería ser secundario, pero deshacer el quijotesco entuerto debería ser una cuestión de vida o muerte, pero ni una cosa ni la otra. El paciente se muere y nadie sabe de qué. Ahora sólo queda saber si también nos arrasarán y saquearán, si nos dejarán morir en el infierno de la segunda o simplemente abandonarán el barco dejándonos tirados y hundidos en el pozo cuándo vean que los negocios por los que vinieron se van al garete porque ya no interesan o son inviables…
Qué pena, de verdad qué pena. Este equipo es incapaz de ganarle a nadie y aún podemos darnos con un canto en los dientes porque pocos goles cómo el que falló De La Red en Getafe he visto en mi vida. Las cuentas de poco sirven porque hagan lo que hagan los demás el problema es que nosotros no podemos ganar, nos vemos superados siempre y lo mejor que nos puede pasar es que el rival esté desacertado y el partido acabe con empate a cero. El partido contra el “Eurogeta” llegaba después de que los azulones jugaran el jueves una agotadora eliminatoria de 120 minutos, un equipo que se jugaba más bien poco, porque está prácticamente salvado y que tiene en el horizonte otra de esas citas históricas que están teniendo la suerte de vivir en estas dos temporadas, la final de la Copa del Rey.
El partido mostró bien a las claras que los blanquillos están físicamente destrozados. Los contrarios nos superaban por fuerza, por frescura, una y otra vez y aún muy desfondados en comparación con otros partidos que todos hemos tenido la oportunidad de ver, los azulones eran claramente superiores al Zaragoza. En todo el primer tiempo no llegamos a puerta ni una sola vez. En el segundo tiempo una vez, el poste se encargó de impedir el milagro, pero eso es todo. Poco más se puede decir. Quizá una ligera mejoría en defensa con la reincorporación de Sergio Fernández, pero aún intentando ser generoso no se me ocurre nada positivo que añadir.
El Osasuna ganó, el Valencia, el Betis y el Mallorca perdieron, el Recre y el Valladolid empataron y todo sigue igual estamos en el pozo y la esperanza se centra en la gran cita del sábado en La Romareda. Pero hay que ser realistas ¿Qué más da que los demás sumen o no? Si nosotros no sumamos, si nosotros no ganamos, estamos en descenso y ahí seguiremos hasta el desastre final. Estamos prolongando la agonía pero pocos motivos quedan para el optimismo salvo la irracional esperanza que nos hace agarrarnos a un imposible. Ojalá me equivoque pero el Real Zaragoza está muerto y finiquitado. El partido en el Coliseo de Getafe sólo fue un acto más en la tragicomedia.
Y mientras tanto los jefes siguen creando sociedades y planteando macro operaciones inmobiliarias que supongo que alguien beneficiarán pero que dudo sirvan para salvar la categoría. Y es que cuándo se está a otra cosa, cuándo se pierde el contacto con la realidad del día a día, cuándo se cede el control a otros y no se vigila su actuación, las cosas se precipitan y para cuándo se quiere reaccionar es demasiado tarde. No hacía falta fichar en invierno, la plantilla era buena, Víctor era el entrenador adecuado y eso ha resultado se runa gran mentira y una gran chapuza.
Todos son culpables y ya todo da lo mismo. Porque lo que se va a segunda es el equipo, es la afición, pero no los jugadores ni los especuladores. Los primeros se irán a otro equipo a precio de saldo y poco les importará que el Real Zaragoza esté en segunda. Los segundos seguirán en su oscuro mundo de los negocios en los que el fútbol es una anécdota, porque ya se sabe, esto no es nada personal, sólo son negocios y para algunos éste es un mazazo definitivo que puede que signifique el final de toda una vida…
Hasta siempre, Zaragoza. Tus amigos nunca te olvidarán.
Por Gualterio Malatesta
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