Ganando tiempo | La Lupa
Real Zaragoza 2 – 1 Girona
El Real Zaragoza logró una valiosa victoria ante un rival peligroso y remontando un escenario adverso. Además de lo anterior, los tres puntos obtenidos otorgan un botín aún más valioso: tiempo para seguir trabajando. La llegada de Popovic todavía no ha producido cambios significativos en el juego del conjunto zaragozano, salvo ráfagas muy puntuales en los dos compromisos como local. El equipo blanquillo ha estado muy condicionado por la enorme lista de bajas en estos tres partidos, teniendo que conformar defensas totalmente improvisadas e incluso alineaciones poco convencionales. Popovic no ha podido contar nunca con la plantilla en condiciones, por lo que parece pronto para juzgar realmente su propuesta. Sin embargo, la racha desde la llegada del preparador serbio es muy buena. Siete puntos de nueve posibles, con una situación extremadamente compleja en el partido que supuso el empate. Ello le permite, de momento, disponer de tiempo y tranquilidad para trabajar lo mucho que queda por trabajar. El equipo sigue presentando importantes lagunas que conviene corregir.
En primer lugar sigue siendo un equipo muy endeble en defensa. Pese al condicionante de las bajas, el equipo globalmente defiende mal, lo cual no es responsabilidad única de los defensas. Los rivales suelen tener mucha facilidad para transitar hasta el área blanquilla. Esta actitud perjudica además las virtudes del equipo: las veces que se presiona con intensidad la salida de balón rival, y se recupera en campo contrario, suelen ser ocasiones de gol como en el caso del empate de ayer. Por otra parte, la escuadra aragonesa parece tener problemas para dominar el tiempo del encuentro cuando obtiene ventaja. No sabe mantener la posesión y enfriar los ánimos del rival, manejando el devenir del encuentro e impidiendo que el rival recupere opciones. Toda esta inseguridad, y el permanente debate en prensa y afición, parecen haber afectado a Whalley, mucho más nervioso y dubitativo que al inicio de la temporada. Sin embargo, la apuesta por él sigue pareciendo acertada sobre todo por dos razones: junto con sus errores, también apunta intervenciones de mérito que indican potencial y, además, es patrimonio del Real Zaragoza. Patrimonio que podría suponer un ingreso en próximas fechas, que tanto necesita el club.
En lo positivo, vuelve a ser destacable la actitud del equipo, que nunca perdió la cara y que dio unos muy buenos minutos al inicio de ambas mitades. Cuando el equipo toca el balón de manera rápida, como parece querer Popovic, es muy peligroso. En lo personal, destacar dos nombres por encima del resto: Pedro y Eldin. Pedro completó un gran partido, con mucha personalidad, toques de líder en ocasiones incluso con arengas al respetable. Rápido y peligroso, con un golpeo duro y preciso. Por otro lado, Eldin, en uno de sus partidos más grises hasta ese momento, desniveló con un gol y una gran acción en el área, donde fuerza el penalti, el encuentro. Eldin es un jugador diferencial en esta categoría, con unas capacidades todavía por pulir pero muy poco frecuentes en esta competición. Uno de los mayores aciertos de Martín González en el mercado de este año.
La próxima semana toca visitar un estadio y a un equipo que simbolizan el fútbol auténtico. Siempre es un placer especial visitar Anduva, donde todo recuerda a un fútbol menos empresarial y más puro. El Mirandés está además en un gran momento, por lo que será un partido complejo. Sumar en este desplazamiento permitiría irse con tranquilidad de vacaciones de Navidad, y esperar que los Reyes Magos traigan como regalo la recuperación de efectivos en la línea defensiva.
Por Kicooper
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