Regresar a la senda | La Lupa
Elche 2 – 1 Real Zaragoza
No empezó mal el Real Zaragoza en su visita al Martinez Valero, jugando bien los primeros veinte minutos y marcando Guitian un gran gol de cabeza tras un no menos efectista lanzamiento de saque de esquina a cargo de Lanzarote. Sin embargo, lo que podía haber sido una victoria balsámica que aliviase un tanto las heridas abiertas tras el funesto día contra el Gerona, se transmutó en otro día de niebla y cenizas, en otra derrota que convierte un traspiés en una auténtica tarascada.
En esta segunda división donde escasea la brillantez individual, lo que sí hay son entrenadores estrategas que analizan a los rivales. Uno de los mejores momentos de la temporada para el Zaragoza fue cuando descubrimos la templanza de Eric Morán con el balón y su importancia como piedra clave en la proyección ofensiva del equipo. Apenas unos pocos partidos después Morán tenía siempre, en cada partido, un “encargado” o dos, de pararle las ideas, aprovechando de paso para adelantar líneas en el centro, y ahogar así a los compañeros de Morán. Los fichajes de Ros y Culio vinieron para subsanar esa deficiencia y poder recuperar esa capacidad de generar juego en el centro del campo sin la obligación de tener que recurrir al pelotazo largo a un solitario delantero centro.
Ahora mismo, con Morán lesionado, el entrenador no termina de encontrar la tecla que permita que la máquina vuelva a funcionar. Dorca no demuestra la pericia suficiente para realizar con agilidad esa función de distribución y Ros solo no puede con todo. Además, Culio se ha transformado en los últimos partidos, y su papel de sostén en el centro del campo se ha diluido alarmantemente. Cuando encaminaba sus pasos hacia el vestuario al ser expulsado allá en Vitoria, poco sospechábamos que se iba a marchar además esa “alma canchera” que este hombre ejerció durante aquellos partidos buenos de febrero. Sea como sea, Culio tiene que regresar. Por su capacidad de recuperación, por su valor como enganche con el delantero, y sobre todo por su liderazgo. Necesitamos esa brújula.
Más allá de esas cuestiones, el partido se perdió en dos fallos en la defensa, una línea que esta temporada ha mantenido cierta regularidad. El Elche no hizo nada especial. Tiene a Sergio León que mete los goles, y poco más. Esta derrota supone una nueva oportunidad perdida para retomar la senda ascendente, y de nuevo el equipo cae en la clasificación, uno más entre esa maraña de equipos perseguidores de los que ocupan puestos de ascenso directo.
Se habla de que no queda margen de error, y sin embargo, el margen se va estirando conforme los rivales también fallan. En esta segunda división no hay equipos tan fiables como para vislumbrar ahora mismo quien puede ascender. Tan solo Alavés y Leganés permanecen arriba por la pura inercia de unas rachas que tuvieron en su momento. Esa racha es la que no hemos llegado a tener nosotros, y es la que te puede llevar arriba. Quedan diez partidos. No son muchos, pero pueden ser suficientes si el entrenador y el equipo no se dejan llevar por este socavón y vuelven a regresar a la senda buena, retomando la seguridad defensiva y la soltura en el centro del campo. Carreras tiene delante un gran reto: hallar las soluciones. Ahí tiene a los Gil, Diamanka, Tarsi, Vallejo, ¿Jaime?, etc…, como soluciones alternativas a lo que ya se ve que no está funcionando.
Por Ron Peter
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