Ecos del pasado | La Lupa
Numancia 2 – 1 Real Zaragoza
El Real Zaragoza se dejó en los Pajaritos algo más que tres puntos. En un partido terrible, la escuadra blanquilla dinamitó los aspectos positivos que hasta ahora había mostrado y acrecentó todos los defectos de una plantilla que ya se había mostrado muy limitada.
En el estadio soriano el equipo zaragozano mostró carencia de alma, poco espíritu y una nula capacidad para sobreponerse a los golpes que recibía. Unos síntomas que recuerdan pavorosamente a lo acontecido en las temporadas anteriores, ecos de un pasado funesto y que no hacen presagiar un buen futuro. Resulta especialmente grave mostrar esta cara cuando hasta ahora uno de los aspectos que se había destacado, salvo el día del Levante, era que el equipo de Milla mostraba compromiso y cierto orden.
La plantilla zaragocista es muy limitada. Es algo que saltaba a la luz y esperable por las restricciones presupuestarias. En ese sentido, la única opción posible para aspirar a estar entre los seis primeros es tratar de paliar esas deficiencias con un plus de compromiso y trabajo táctico. Ese compromiso trató de lograrse aragonesizando la plantilla, y el trabajo táctico se encomendó a Luis Milla.
Las últimas jornadas han mostrado un cierto retroceso en la evolución del equipo. Es cierto que las bajas que se ha sufrido (Cani y Xumetra) son de envergadura, y que José Enrique, que debe ser un jugador referente en la plantilla, todavía no está listo, pero no es menos cierto que desde el banquillo se está convirtiendo una plantilla pequeña en algo exiguo.
Resulta sorprendente e inquietante la persistencia de Milla en no dar minutos a Edu García, teniendo en cuenta que las bajas se concentran en la zona donde mejor se desempeña este jugador. Aún sorprende más si se tiene en cuenta que en el partido de Copa Edu García fue de las pocas noticias positivas, junto con Pombo, quien tampoco está gozando de las oportunidades que debería teniendo en cuenta el pobrísimo nivel de Barrera.
La situación, gracias a un arranque de la competición bueno en resultados, dista todavía de ser crítica, pero los síntomas mostrados deberían poner en alerta a toda la parcela deportiva del club. Urge dar un cambio al equipo, sobre todo en actitud y compromiso. Para ello, quizá es necesario que desde el cuerpo técnico se incida en la actitud y el orden táctico, que se trate de aportar una mayor creatividad al centro del campo y se abandonen ideas ya fracasadas con anteriores entrenadores como poner a Ángel en banda.
También debe analizarse la posibilidad de recurrir a jugadores de la casa para cubrir de manera natural las bajas, sin tener que recurrir a extraños experimentos.
El Real Zaragoza tiene ante el Córdoba, al calor del hogar, una buena oportunidad para redimirse y corregir el rumbo. En su mano está aprovecharla.
Por Kiccoper.
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