Real Zaragoza – Huesca | Mirada del Rival
El seis de diciembre del año 2008 será una fecha recordada por muchos aficionados al fútbol en Aragón, pero mucho más en Huesca. Lo que está sucediendo en nuestra ciudad no tiene precedentes. Desde que hace ya varios años el club baloncesto Peñas tuviera que abandonar la liga ACB, nunca se había producido un fenómeno similar a éste, en cuestiones deportivas, claro. Después de tantos años de ostracismo, viviendo partidos a los que acudían un reducido grupo de valiosos y sufridos aficionados, por fin el noble deporte del balompié ha alcanzado esos niveles de apasionamiento.
La séptima posición en la que se encuentra el equipo es una muestra incontestable de que se están haciendo bien las cosas. Con uno de los presupuestos más modestos de la competición, los Lasaosa, Petón, Borraz, Ojeda, etcétera, han sabido cambiar una filosofía que ha calado en la gente. Ahora hay un club profesional, con proyección y que ya no despierta indiferencia, sin por ello menospreciar a los anteriores mandatarios.
Probablemente, en agosto, muchos oscenses habríamos firmado que nuestro equipo se encontrase en esta posición transcurridas catorce jornadas. Pero lo más fuerte es que pensamos que aún podríamos estar mejor. El empate en Tenerife, la derrota con el Albacete en el Alcoraz, incluso el empate con el Castellón el día del debut, podrían haber tenido otro signo que nos habrían aupado a una situación inimaginable.
Lo que maravilla del Huesca no es sólo que ocupe la séptima posición, es su juego. No hay que olvidar la buena mano del entrenador Antonio Calderón, un hombre disciplinado que sabe lo dura que es esta competición. La defensa no recibe demasiados goles. Borrego, un central codiciado por los mejores clubes en sus inicios y que no tuvo suerte el año pasado, se ha convertido en la gran sorpresa de la temporada. Su autoridad en defensa es inquebrantable, así como su capacidad a la hora de sacar la pelota. Qué decir de Corona, que ha sido una pieza clave para Calderón y que se salió en la temporada del ascenso. Este año ha tenido partidos muy buenos al comienzo de la temporada con momentos más flojos. De todas formas, su veteranía le avala. Chechu Dorado, que jugó de lateral izquierdo el sábado, supliendo a Ripa, también ha demostrado con creces que puede aportar mucha seguridad. De hecho, es el central indiscutible siempre acompañado por Corona o Borrego. Finalmente está el “abuelo” Robert, que a base de casta puede ocasionar mucho peligro cuando se interna por la banda derecha. A sus treinta y tantos años tiene una fuerza que muchos querrían.
Eduardo, gran portero, ha demostrado que su regularidad es su gran arma y que lo del año pasado no fue un espejismo.
La zaga se entiende perfectamente con el centro del campo, que mezcla la fuerza a la hora de contener el ataque rival con la técnica y habilidad cuando toca circular el balón. Sastre tiene unas condiciones físicas envidiables, ha ido “in crescendo” desde que arrancó la liga y es el cerebro ofensivo. Indiscutible e intocable.
Qué decir de Luis Helguera, un viejo conocido por la afición zaragocista que tiene un don a la hora de robar balones y para quien no pasan los años. Camacho, que hizo uno de sus mejores trabajos ante el Las Palmas, juega mejor más allá del centro del campo que de lateral izquierdo, una posición en la que no se desenvuelve con comodidad quizás por falta de velocidad. Su conexión con la delantera fue total ante el conjunto canario. José Vegar se mueve muy bien entre líneas y es uno de los hombres a tener en cuenta porque además es incansable durante los noventa minutos. Julián Vara, por su parte, puede poner en serio peligro a la defensa rival dado que sabe aplicar fácilmente su potencia en labores de ataque.
Y para completar mi modesto pero sincero análisis táctico, llega la hora de la doble R. Sin lugar a dudas, la joya de la corona. Los más de diez goles que suman Roberto y Rubén Castro certifican a esta pareja de delanteros como el “coco” del equipo. Roberto, genial jugando de espaldas a portería no para de desmarcarse y buscar el balón durante todo el partido, ya sea tirándose hacia una banda como bajando balones con la cabeza. Hay que tener mucho cuidado con él porque además sabe definir perfectamente en el mano a mano y es capaz de sacarse un disparo seco al borde del área cuanto menos te lo esperas.
El “pio pio” Rubén Castro te puede ganar los encuentros en una décima de segundo. El canario se ha erigido como un auténtico destroza- cinturas gracias a su regate eléctrico. Y eso que ha tenido mucha mala suerte de cara al gol. Aún con todo es de esos jugadores que también tienen peligro sin la pelota debido a la tensión que genera entre la defensa cada vez que hace un amago de desmarque o cada vez que pide la pelota.
EL PARTIDO, UNA FIESTA, UN GESTO DE HERMANDAD
Sabemos que en Zaragoza se nos quiere, y que incluso se nos mira como a ese hermano pequeño que ha aprendido mucho en poco tiempo. El poder enfrentarnos a un equipo que ha ganado Copas del Rey y hasta una Recopa (irrepetible el gol de Nayim) es algo que nos satisface por la emoción que supone enfrentarse con el equipo referencia de Aragón. Aquí nadie se alegra de que el Zaragoza bajara, nos alegramos de jugar contra nuestros paisanos. A veces leo en el foro determinadas discusiones sobre si es mejor el Huesca que el Zaragoza y me da la risa. Sería una necedad intentar convencer a alguien de ello. Presupuesto, trayectoria, masa social y plantilla. No hay nada que discutir. Nosotros tenemos lo que tenemos y es muy grande. No hace falta comparaciones porque son odiosas.
Así que, por qué no dejarnos de tonterías sobre si un equipo es mejor que otro, si Aragón Televisión le da más dinero al equipo grande o incluso si La Romareda es un señor estadio y el Alcoraz es más pequeño. Vivamos del fútbol que es de lo que se trata. Que gane quien se lo merezca más y ojalá que, tras el pitido final, el sonido que predomine en el estadio sea el de los aplausos de las dos aficiones celebrando que Aragón es grande en historia y en convivencia.
Esta tierra es una tierra de Reyes, referencia patrimonial de este país. Demos ejemplo y ayudémonos. Algún día y, estoy convencido de ello, nos enfrentaremos en primera división. Porque es el lugar donde se merece estar el Real Zaragoza y porque el Huesca tiene una directiva preparada para satisfacer a unos aficionados “Fieles Siempre sin Reblar”.
Por Javier Bernad, periodista de Aragón Digital
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