La madre de todos los derbis
El futbol oscense data de principios de 1900, recordemos la invitación que se les hizo en el acta de constitución del primitivo Zaragoza Foot-Baall Club, publicado en el Diario de Avisos, el 18 de Noviembre de 1903 en su punto 4º:
«Tratar de la rapidez en la organización y adelanto en los juegos para a ser posible y siempre que el arbitro no hallase desventaja, organizar para antes de finalizar la temporada, «match» al que sera invitado a tomar parte el Foot-Ball Oscense, para lo cual se acordaría un premio Regional para el vencedor y que el producto de dicha entrada se destinaria a fines benéficos».
Desde entonces somos rivales, yo tengo documentos que prueban los partidos que jugaban en el Campo Sepulcro a donde llegaban, en carroza de caballos, las damas de honor que presidían dichos encuentros y sin las cuales no estaba permitido dar comienzo a estos amistosos, pero todo no ha discurrido por caminos tan versallescos.
Cuando se creó la Federación Aragonesa(1922), se establecieron los Campeonatos Regionales y sus categorías, siendo la primera alcanzada por el Huesca en la temporada 1923/24 al vencer al Aragon, campeon de Zaragoza, por un global de 6-1 y asi poder competir con el Stadium, Iberia y Zaragoza.
La nota más destacada del siguiente campeonato tuvo lugar en Huesca el 31 de noviembre de 1924, donde se jugó un Huesca, 2 – Real Zaragoza F.C., 2.
El Huesca presentó en la Federación las fichas de los catalanes Forne, Zato y Ablanedo, pero ésta no les dio validez por carecer del permiso del club de procedencia. Sin hacer caso de ello, el Huesca les hizo salir al campo equipados para luego ordenar su retirada, causando la indignación del público oscense, que no interpretó la «martingala» de su Directiva. Pagaron los vidrios rotos los del Real Zaragoza que fueron insultados y apedreados, al pensar que eran los culpables de la no alineación de los nuevos fichajes, siendo lesionado el interior izquierda, Guerra.
Como el Real Zaragoza F.C. había organizado un tren especial, donde el billete costaba 8 pesetas ida y vuelta, con salida a las 10 y regreso a las 7 de la tarde, estos aficionados también fueron perseguidos hasta la estación. La Directiva del Huesca fue descalificada por dos años.
Y que casualidad, la temporada siguiente el primer partido tambien se jugó en Huesca donde se desplazó, el 10 de octubre de 1926, una gran cantidad de autocares por si había que «vengar» lo ocurrido. Se empató a uno y el partido transcurrió sin incidentes
Otra cosa fue lo que ocurrio el 23 de octubre de 1927. Se celebró en Huesca el encuentro entre el titular y el Real Zaragoza C.D., venciendo éste por 1-2.
Los incidentes fueron de órdago a la grande, y el árbitro, Sr. Arribas, fue agredido, produciéndose un verdadero escándalo. Al final del partido, el Huesca se negó a pagar al árbitro sus honorarios.
El Comité federativo, acordó descalificar el campo Villa Isabel, propiedad del Huesca, por tres meses, y conminar a éste a que abonara 6.000 pts que adeudaba por diferentes conceptos, así como los derechos de arbitraje del Sr. Arribas. No lo hizo así y el comité acordó su expulsión de la Federación, acuerdo que fue ratificado en la Asamblea Ordinaria, celebrada el 5 de diciembre de 1927.
Y así fue y ahí se acabo la Prehistoria futbolística de Oscenses y Zaragocistas, esa que tanto ha dado que hablar a los aficionados y que todavía hoy se mira de reojo. Cuando oigo hablar de confraternización, fiesta deportiva, unión… parece que da miedo el derbi, como antaño, y no nos paramos a pensar en que estamos en el 2008, que la educación deportiva, personal y colectiva, lleva cien años de desarrollo y ha sido para bien, a mi me cuesta imaginar hoy que el gran derbi que vamos a disfrutar el sabado vaya por caminos distintos a la correccion dentro y fuera del campo, el colorido de un gran espectáculo, la ocasión de abrazar a buenos amigos que todos tenemos en tierras oscenses y en un final que deje a todos satisfechos al margen del resultado.
Luego nos hemos enfrentado en Copa, Tercera (que muchos no saben que estuvimos en Tercera División), Amistosos y una vez en Segunda, fue un 31 de diciembre de la temporada 1950/51.
Y aquí me he parado a reflexionar la cantidad de similitudes que encontramos entre aquella y esta temporada. Aquel equipo se hizo a golpe de talonario, nos llamaban Los Millonarios, Gonzalvo y Rosendo Hernández venían de ser internacionales en Río de Janeiro y cobraron un millon de aquellas pesetas, cantidad estratosférica que dio lugar al famoso nombre ¿les suena hoy Oliveira, Ayala..?
El Zaragoza tenía que ascender «costase lo que costase» y ascendió ¿esto suena y sonará?
Los «nombres» apabullaban a los contrarios, el Huesca en aquella ocasión vino a Torrero a recibir pocos goles, jugo a la defensiva, Solanas se integró con la media y «sólo» dejó tres delanteros Félix, Badal y el gran «Moreno» jugador nacido en San José que luego llegaría al Barcelona de Kubala y a internacional (aquí pongan a Camacho, Sorribas, Roberto…), Garatea estuvo sensacional «parando de forma superior» (jejeje ahora se llama Eduardo), se ganó 3-0 ¿se repetirá?.
FOTO – Alineación del Huesca en el derbi de la temporada 1950-1951
FOTOS – Luis Belló y Morales, goleadores zaragocistas en el derbi
El presidente de entonces, Dr. Abril, puso las bases, con la compra del Campo de Torrero, de la construcción de un nuevo campo (La Romareda) ¿tendremos nuevo campo a pesar de la crisis y de la comodidad del nuevo parking?
Se celebró una junta (3 de marzo), donde se cambió el escudo y el nombre ¿a que me suena esto?
No quiero dejar pasar este hecho sin relatar una jugosa anécdota que consta en las actas del club. En dicha junta un compromisario muy de derechas, piensen que estaban en la España de Franco, preguntó con voz alta y fuerte: «Porque se pone Real al Zaragoza si en nuestra Patria no hay Monarquía», a lo que contesto D. Julian Abril «España no será una Monarquía pero Aragón sí es un Reino, vamos a votar…» y así se cambió el nombre y el escudo (el que se ha cambiado ahora sin votar).
El Zaragoza ascendió siendo segundo y el Huesca fue quinto (esto me suena, esto lo deseo).
Buen partido y buena suerte.
Por Ángel Aznar Paniagua.
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