Para Víctor, con cariño. Andrés 10
Con estas palabras podría pensarse que quiero transcribir una carta de afecto de Andrés D’Alessandro a Víctor Fernández, pero no, no és eso ni mucho menos…
Noche de Sant Joan. Este artículo lo escribo obligado por mis recuerdos, pequeños detalles, estímulos y casualidades vividas hace más de treinta años y que cambiaron mi vida.
Esta noche, bajo un cielo repleto de estrellas e iluminado por bengalas y luces de verbena, mi sobrino Víctor de ocho años, los mismos que tenía yo entonces, ha abierto los ojos y ha llorado de emoción al deshacer el paquete que con esmero le había preparado María…. !! papá , una camiseta de D’Alessandro ¡¡… con la leyenda que titula este escrito.
Víctor, catalán y con la sangre culé heredada de su padre, ha cubierto la decepción del fracaso de su Barça con mi regalo “de 1ª comunión” tan esperado. Meses antes sufrió otra pequeña decepción al no poder demostrar su talento para el fútbol en las categorías inferiores del equipo de su vida, y tuvo que conformarse con hacerlo en la Escuela de Fútbol del R.C. D. Espanyol, donde se siente querido, valorado y enormemente feliz.
Como sabréis, nací barcelonista, hasta que aquel lejano treinta de abril del 75 Pablo García Castany, Arrúa y compañía me hicieron transplante y transfusión completa y tiñeron mi sangre se azul y blanco. Ahora, a Víctor empieza a interesarle lo que pasará con Milito, o con Lafita – su héroe en la “play”-, dice que quiere ver a Saviola junto a D’Alessandro con la misma camiseta que tiene ahora puesta dia y noche, y que le gustaría algún dia ir a La Romareda….
Son buenos síntomas sin duda, tal vez los primeros pasos de un nuevo zaragocista… Me pregunta cosas sobre “el cabezón”, aunque os aseguro que sabe mucho más que yo; le hablo de María, su “madrina” maña, a la que un día conocerá sin duda.
Uniformado de arriba abajo con su equipación amarilla y “chuleando” ante todos los presentes, no dejaba de preguntarse en voz alta… “¿ cómo es posible que un jugador tan importante me haya firmado una camiseta ?”, y cuándo su abuelo le pregunta… “¿ de que equipo serás ahora Víctor ?”, el chaval le respondió… “no se, si del Barça, del Espanyol o del Zaragoza”. “Pues esta camiseta te sienta muy bien y estás muy guapo”, le dijo el abuelo. Sí, ¿ verdad ?, !! que guay ¡¡, sentenció Víctor.
Dos dias más tarde, su padre me confesaba…. “ papá, creo que me voy a hacer del Zaragoza”.
Zaragocista se nace, pero también se hace. Y si no, que me lo pregunten a mi…
Por Florestano.
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