Yo soy esa
“Soy la que no tiene nombre, la que a nadie le interesa…”. Decía la letra de la copla que popularizó la Pantoja en película del mismo título y argumento olvidable.
Las noticias informaban este fin de semana, del partido del Valencia contra “el colista”. Sí. Así sin más: el colista. Sin nombre. Así se nos trata ya en los medios nacionales, excepción hecha de algún oasis que tiene nombre y apellidos, al que me refiero en este foro con frecuencia, y al que el zaragocismo debe algo de respeto y afecto por las referencias cariñosas hacia nuestro equipo todas las semanas y porque es el único periodista foráneo que manifiesta con frecuencia lo que le duele la situación actual del Real Zaragoza. Me refiero obviamente a Javier Ares.
El remate final lo puso el domingo, un programa televisivo nocturno en el que el conductor del espacio hizo el repaso de los resultados, y ¿a qué no adivinan los foreros cuál es el único equipo que empató sin rival? Efectivamente, el Valencia. De hecho dijo que analizarían ”el empate del Valencia y las protestas contra Emery al que no se le quiere”. Punto.
Me desquité con 1.42€ que me costó el SMS que envié al programa, advirtiendo que se habían cubierto de gloria. No sé siquiera si lo pusieron, enzarzados como estaban en cuántos goles había marcado CR7. Hastiada, apagué la tele inmediatamente, aunque aquí no acabó la broma. Encendí la radio cuando el locutor de turno, hacía mención a los dos entrenadores que habían salvado su pellejo momentáneamente gracias a los resultados favorables de sus equipos ¿y a qué no adivinan quiénes eran esos dos? Mejor dicho ¿A qué no adivinan los foreros quién no estaba entre la pareja agraciada por el cariñoso guiño del plumilla? Han acertado: nuestro Aurelio, al que solo mencionaron de refilón.
Al colista ni se le trata, ni se le nombra, ni siquiera se alude a su calvario y por qué. Desconozco si los dirigentes han tenido algo que ver y se han ganado a pulso que al Real Zaragoza se le ningunee (como la protagonista de la copla que “lo mismo, me llaman, Carmen que Lolilla, que Pilar…..”) o que en la Liga seamos los “oye tú….”, pero la masa social, el zaragocismo desde luego no merece ser “no tratado”.
No sé en qué momento se produjo la muerte civil del Real Zaragoza como equipo, que sigue vivo físicamente, pero que no tiene eco, ni presencia, ni autoridad. Ni cuántos son los autores ni las causas (que no motivos) de la muerte. Desconozco si es porque nuestros dirigentes, honestos como ellos solos, se negaron a agasajar a las plumillas “nacionales” en restaurantes. Seré más diplomática y sutil: quizá el gabinete de prensa y relaciones con los medios no trabaja todo lo diligentemente que debiera y no hay fluida comunicación, de ahí que la información sea ninguna. Pero alguien debe tomar nota de forma urgente y recomponer mediáticamente hablando, la imagen de un equipo que no necesita ser ni el glorioso Real Madrid, ni el potente Barça, ni el pupas Atleti de Madrid, ni el regio Atlhetic Club, ni el saleroso y simpático Betis, ni el entrañable Sporting, pero que tampoco tiene que pedir perdón por existir. Que alguien se ocupe de proclamar que nosotros los zaragocistas somos una afición tan(o más) digna como las de los equipos arriba citados, y de reintegrarnos nuestra integridad moral y honor. Y antes de que tengamos que rendirnos a un “Ya lo saben. Yo soy esa”.
Por Casta.
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