Zaragoza y el Real Zaragoza

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ZARAGOZA

Histórica, Moderna, Monumental, Cosmopolita, riquísima en la Cultura, origen ineludible de personajes absolutamente Universales, ciudad bonita, cómoda, acogedora, amable con el visitante….En su colosal Plaza del Pilar, en la céntrica Alfonso I, en Independencia se respira Zaragoza pura; y quien la respira así siente el orgullo de lo suyo, de lo que es inherente a la propia identidad, lo que nos hace dueños de nuestro propio carácter Aragonés y Zaragozano.
Las Fiestas del Pilar, el Pregón, la Santísima Virgen, el Casco Histórico, Los Sitios, La Jota siempre emocionante y conmovedora; los cientos de miles que dan fe de todos estos valores durante las fiestas en nuestras calles….¿Qué Zaragozano no siente en su corazón y su alma todos estos atributos?, ¿Quién de nosotros se puede permitir no poseer y proyectar como valores humanos esenciales las puras manifestaciones de nuestra idiosincrasia?…

EL REAL ZARAGOZA

¿Os acordais de París?, trasladémonos a la noche de Montuic; épico episodio digno de “Libro de Caballería”….En estas ocasiones, y en algunas otras, el Real Zaragoza nos otorgó la dicha de la felicidad, nos dotó de un orgullo absolutamente noble que llevó nuestra autoestima hasta el territorio de los “poderosos”….Quien de vosotros, Zaragocistas no sintió su alma estremecida aquellas noches; quien de vosotros, Zaragocistas no poseyó entonces la enorme satisfacción de la consecución de un logro común….Quien de vosotros, Zaragocistas no esquivó entonces las miserias cotidianas y cambió su semblante al de la alegría…

Quien de vosotros, Zaragozanos, no se alegró por nuestra dicha… Quien de vosotros, Zaragozanos no sintió en su ciudad entonces los latidos de un enorme corazón común, quien de vosotros Zaragozanos no sintió que lo que nos unía era un vínculo poderosísimo…
Aficionados y no aficionados; no estoy hablando de fútbol, hablo de identidad, de alma, de orgullo, de lucha, de sentimiento, de moral, de ética, de solidaridad, de colectividad, de patria, y sobre todo, de Zaragoza.

Todo aquel que tenga poder de convocatoria, está en la obligación de difundir de manera cívica y respetuosa los acontecimientos que están sumiendo en las tinieblas una parte importantísima de nuestra identidad; y todos los aficionados, seguidores y simpatizantes de nuestro Real Zaragoza debemos estar preparados para “movilizarnos” de manera inmediata en evitación de daños irreparables; si permitimos su destrucción sin oposición ninguna, habremos protagonizado un episodio absolutamente vergonzoso indigno de figurar en sitio alguno.

Por Miguel Ángel Gutiérrez Fernández.