Artículos de opinión

Candidatura de J. Vicente Casanova

Queridos peñistas: Mi nombre es J. Vicente Casanova Clemente, soy abonado, accionista minoritario y peñista del Real Zaragoza. Es un honor, y una gran responsabilidad para mí, dirigirme a vosotros en mi propio nombre y en el del amplio grupo de peñas

Candidatura de Ilusión Zaragocista

Son muchas las vicisitudes por las que ha pasado la Federación de Peñas del Real Zaragoza, corazón del movimiento peñista de nuestro Real Zaragoza, en los últimos meses. Unas campañas en las que nuestros corazones blanquillos no paran de sufrir, han

La cantera y el futuro del club

Acabo de escuchar en Aragón TV que la Juventus de Turín está tras los pasos de Héctor Otín y, buscando en la web, he visto que también el Arsenal y el Man U. parecen dispuestos a hacerse con sus servicios. Aunque personalmente desconozco que clase d

¿Hay alguien ahí?

El 13 de mayo de 2012 terminó el Campeonato Nacional de Liga de 1ª División, con la agónica (una vez más) permanencia del Real Zaragoza en la categoría. Hoy, 2 de julio de 2012, se cumplen 50 días. Y, ¿qué se ha hecho en este periodo de tiempo? V

El maltrato a los abonados II

En un artículo anterior, mostramos nuestro malestar por el escaso valor que muestra el club por los seguidores más fieles, los abonados. Hacíamos constar que desde mitad del mes de enero, en el último partido de la primera vuelta de la temporada 2011-

Más cerca, oh Dios, de ti

Una fría noche de la primavera del año 1912, las heladas aguas del Atlántico engullían al Royal MailSteamship Titanic, creado para llegar a ser el más grande y lujoso de entre los barcos de su tiempo. Financió su construcción el magnate JP Morga

Sobre dignidad y autoestima

Sería digno de estudio descubrir la razón de lo que le ha ocurrido al zaragocismo en el último mes; iniciamos marzo sumidos en una depresión enorme, con un equipo bajo mínimos en todo, en un ambiente próximo a la deserción y con una segunda mitad

Hambre con pan

De todos es sabido que en esto del fútbol hay que saber separar cabeza y corazón, razón y sentimiento, realidad y ficción. Una delgada línea que a menudo se confunde, se estira y se encoge, se deforma a gusto del consumidor, creando situaciones esper