Athletic Club Bilbao 0 – 2 Real Zaragoza | Crónica

El Tubo se hace grande en el Botxo

Fue soñar y ver cumplida la ilusión de vivir unas Navidades plácidas, ilusionadas y con horizonte. Por fin. después de tanos dramas inacabados, de ser el más feo de los patitos feos, el Real Zaragoza cerró ayer una (casi) primera vuelta que sólo los más veteranos recordábamos con cierta claridad. Tras un partido modélico, fornido y obediente, los nuestros lograron ayer una provechosa victoria en la Catedral en la que será su última visita al templo vizcaíno. Nosotros aún les invitaremos durante varios años a nuestra Basílica.

Y esa será la asignatura que tendrán que aprobar Manolojiménez y sus muchachos, la de jugar bien y ganar en casa, porque cuando somos el duro forastero nos transformamos y conformamos un equipo sólido que saca petróleo donde muy pocos lo logran. Con una disposición táctica notable, un grado de cumplimiento de las órdenes alto y una efectividad en el área contraria que ya quisiéramos en casa, el Real Zaragoza le dio ayer una cariñosa bofetada a uno de los equipos guapos de la temporada pasada que, sin embargo, vive ésta instalado en la inestabilidad y la bronca (¡ay, esos silbidos a Fernando Llorente!).

Comenzó el partido vivo, salpimentón, con idas y venidas interesantes promovidas por Ander en los bilbaínos y Apoño en los zaragozanos. El balón tenía prisa y el campo se hacía corto, aunque faltaba que alguien se atreviese a darle al gatillo. Lo intentó por primera vez el Athletic en el minuto 15, pero Roberto sacó una magnífica mano que evitó el gol. Semejante ritmo sólo beneficiaba a los de Bielsa y ese fue el momento en que Apoño comenzó su recital. Cada vez que el balón le llegaba, casi siempre porque Movilla se lo proporcionaba, le daba a la palanca del ritmo y decía a qué velocidad debían correr los chicos. Fue un momento clave, pues los minutos anteriores Muniaín había resucitado y comenzado a parecerse al del año pasado.

Y ocurrió. Se había hablado mucho de la debilidad defensiva del Athletic y ayer Aurtenetxe se encargó de confirmarlo. La rapidez de Víctor le hizo un roto a su torpeza y cometió un penalty que Apoño convirtió. El contrario acusó el golpe y, aunque trató de recuperarse, a los pocos minutos el Real Zaragoza completó una jugada de ataque con remate final de Postiga, que lleva camino de firmar su mejor temporada como profesional. Un 0 – 2 que nos alegró el alma y que confirmó el más ancho de nuestros sueños. Y eso que el Athletic aún tuvo arrestos para buscar un gol antes del descanso, pero ayer la fortuna nos dio un abrazo y el cabezazo de De Marcos se fue al larguero.

La segunda parte comenzó como tenía que ser, con un Athletic en plan tsunami y muy estirado. Esto suponía un peligro, pero también abría puertas al contraataque aragonés. Y así fue. Si se conseguía aguantar los embates locales, el partido se pondría muy bien y a ello se dispuso el Real Zaragoza. Sin agobios, con solvencia Álvaroy Loovens se encargaron de deshacer como un azucarillo en el agua todos los balones que por allí asomaban y si no, ahí estaba Roberto para impedir el gol local. Al mismo tiempo, Postiga y Víctor, por ejemplo, se asomaban al balcón de San Mamés para poner un nudico en las gargantas de los amos del pil pil y ahí estuvimos hasta que Bielsa le dio a su mejor jugador la orden de saltar al césped.

Ahí estaba: Fernando Llorente, el campeón da tantas noches gloriosas en San Mamés, el líder de tantas victorias, se dispuso, en medio de una atronadora pitada, a amenazar al espigado portero zaragocista con sus saltos y sus cabezazos, y casi lo logró. Fue en el minuto 77 cuando De Marcos, otra vez él, remató a bocajarro después de un peinado de Llorente para encontrarse con la grandiosa figura del fuenlabreño. Después, en apenas dos minutos, Eduoriol cruzó excesivamente un balón que culminaba un precioso contraataque y al minuto siguiente Llorente, en un mano a mano aéreo, ponía en aprietos a Roberto que, una vez más, se lució. Fue suficiente. El partido estaba cosido a la Memoria. Hace unos días escribí que el partido olía a Historia. Ayer el perfume de la victoria impregnó el corazón blanco y azul del león.

Ficha Técnica

Athletic:
Iraizoz; Iraola, Ekiza, Laporte, Aurtenetxe (Igor Martínez, min.46); San José; Ibai, Herrera, Toquero, Muniain (Llorente, min.68); y Aduriz.

Real Zaragoza:
Roberto; Sapunaru, Loovens, Álvaro, Abraham; Movilla, Apoño; Zuculini (Stefan, min.74), Víctor (Edu Oriol, min.70), Montañés (José Mari, min.85); y Postiga.

Goles:
0-1, min.31: Apoño, de penalti. 0-2, min.41: Helder Postiga.

Árbitro:
Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla al local Herrera y a los visitantes Sapunaru, Montañés y Stefan.

Incidencias:
Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de Liga, presenciado en San Mamés por unos 36.000 espectadores. Entre ellos unos centenares de animosos seguidores visitantes.

Puntuaciones (de 0 a 5)

Roberto: 4. Protagonizó varias paradas de gran mérito y, lo más importante, gobernó los balonhes aéreos cuando estos se hicieron omnipresentes en su área.
Sapunaru: 3. En la primera parte tuvo problemas con Muniaín, pero al final la victoria en la particular batalla con el pequeño delantero vasco la ganó él.
Loovens: 4. Fraguó un magnífico partido. Sobre todo por alto, donde gestionó con contundencia la llegada de los balones que buscaban a Adúriz y Llorente.
Álvaro: 4. Extraordinario partido del cántabro, que no sólo por alto, sino por bajo supo atraer el balón hacia sí.
Abraham: 3. Luchador, eficaz y valiente, tuvo algunso despistes que suplió con garra y tesón. ayudó mnucho en la salida del balón para oxigenar el campo propio.
Movilla: 4. De nuevo imperial. Fue, ayer, el mejor socio del proyecto global, el ancla que sujetó la nao zaragocista en medio de los embates del viento del norte.
Apoño: 5. Sensacional partido de apoño, repleto de detalles técnicos e intervenciones de una gran inteligencia. Tuvo aplomo, metió un penalty y dirigió los destinos del balón cada vez que se lo entregaban sus amigos.
Zuculini: 2. Ayer el motor tenía demasiadas revoluciones. Se vio contagiado por la agresividad de los jugadores de rojo y blanco y a veces corrió más que el balón.
Montañés: 4. Excelente partido. Cada vez que el balón le llegó, armó un contraataque con el que ayudar a poner los pelos de punta a San Mamés. Al estadio, I mean.
Víctor: 4. Listo, rápido, mucho más centrado. Ayer se sabía la lección y tanto en la presión como en la combinación mostró al Víctor quer nos enamora.
Postiga: 4. Gran temporada la de Helder. Está a gusto cuando el equipo juega fuera de casa, porque le resulta cómodo el papel de hostigador y de finalizador de los balones que «pasan por allí». Mucho delantero para tan poca y fofa defensa.
Edu Oriol: 3: Cumplió órdenes y lo hizo bien. Se quedó el balón cuando le llegó y creó peligro con sus carreras en solitario. En una de ellas pudo haber cerrado el partido.
Babovic: 2. Oxigenó el partido y ayudó a sus comapañeros a retener el balón en plena agonía bilbaína.
José Mari: S.C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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