A hierro frío El Real Zaragoza le tomó prestado el testigo al Celta de equipo que jugaba muy bien pero que no acababa de obtener el premio merecido. Semejante generosidad no le aportó reconocimiento por parte del contrario, pues éste le pagó con un g
Ilusión hecha torre La Dignidad ayer vistió de blanco. Blanco Talento, Blanco Esfuerzo, Blanco Orgullo, Blanco Esperanza. El partido que todos los zaragocistas deseábamos jugar, el partido que anhelábamos disputar para que lo viera toda España, el pa
¡Qué gozada! Para el mes de diciembre de 2005, el Real Zaragoza remontó un partido que se le había puesto en desventaja 0-2 al comienzo de la segunda parte. Ewerton y Diego Milito en dos ocasiones remontaron un partido que se consideraba perdido. Desd
Migajas en la meseta Si el Real Zaragoza hubiera podido apagar las luces del Bernabéu en el minuto 88 ahora podríamos hablar de una derrota asumible por el colectivo zaragocista e incluso estaríamos lamentándonos, razonablemente, de ese gol anulado a
Poco público, poco fútbol, buena renta copera En una tarde otoñal y con algo de cierzo volvía a Zaragoza su competición preferida, la que mas alegrías le ha dado. Su rival el Granada, en peor situación deportiva que el equipo maño, no quería dar
Vida al este del Moncayo Si el Cierzo tiene un reino, ese hoy era La Romareda. La vieja Basílica del fútbol español ha contemplado esta mañana un triunfo que el zaragocismo ha vivido con inteligente emoción. Inteligente porque ha sabido, como siempre
Lo que hemos sabido defender como hombres A nadie le interesa saber que mi primer autógrafo futbolero me lo firmó Miguel Muñoz cundo era entrenador del Granada, pero forma parte de mis recuerdos de infancia y esos, amigos, se quedan grabados en el cora
Nadie es mejor que nadie Pues bien. Recojamos nuestras armas y bagages y dediquémosle una última mirada al campo de batalla en el que yacen nuestros guerreros, exhaustos. Busquemos el horizonte hacia el que deberemos dirigir nuestros pasos y roguemos po
Las cañas fueron lanzas; el barro, tumba El fulgor de la victoria de la semana pasada se ha apagado con tal prontitud que aún no hemos tenido tiempo de saborear su dulzura cuando ya nos invade la amargura de una nueva derrota. La de esta tarde blanda, l
¡A vuestra salud! La tarde nos ha mostrado su más cálido y jugoso gesto, aquel que el zaragocismo necesita cuando se enfrenta al At Osasuna. Un equipo otrora hermano y hoy enemigo sangriento con el que desplegamos nuestra ira nunca explicada y del que